1. Elige el recipiente adecuado:
- Usa recipientes de plástico aptos para congelar, libres de BPA y con cierre hermético.
- Asegúrate de que el recipiente sea del tamaño adecuado para la cantidad de alimento que deseas congelar.
- Deja espacio libre en el recipiente, ya que los líquidos se expanden al congelarse.
2. Prepara los alimentos correctamente:
- Lava bien los alimentos antes de congelarlos.
- Corta los alimentos en trozos pequeños o porciones individuales para facilitar la descongelación.
- Elimina el exceso de aire de las bolsas o recipientes para evitar quemaduras por congelación.
3. Etiqueta los recipientes:
- Etiqueta cada recipiente con el nombre del alimento, la fecha de congelación y la fecha de caducidad.
- Esto te ayudará a mantener un inventario de tus alimentos congelados y a consumirlos antes de que se echen a perder.
4. Congela rápidamente:
- Congela los alimentos lo más rápido posible para evitar la formación de cristales de hielo grandes que pueden afectar la textura y el sabor.
- Puedes colocar los recipientes en el congelador durante unas horas antes de llenarlos para que se enfríen.
5. Descongela de forma segura:
- Descongela los alimentos en el refrigerador, en el microondas o en agua fría.
- No descongeles los alimentos a temperatura ambiente, ya que esto puede favorecer la proliferación de bacterias.
Consejos adicionales:
- No congeles alimentos que ya han sido congelados anteriormente.
- No llenes los recipientes hasta el borde, ya que los líquidos se expanden al congelarse.
- No olvides revisar la temperatura de tu congelador regularmente para asegurarte de que esté a una temperatura adecuada (-18°C).